martes, 29 de mayo de 2007

Moderación

Ayer estaba platicando alegremente con un primo y de un momento a otro le mencioné que en una conversación que había tenido antiguamente con mi hermano llegamos a la conclusión de que yo era un anticristo, hablando desde el punto de vista ateo, obviamente, la razón era pues que yo no compartía la ideología cristiana, ni hablar de la religión, simple y sencillamente eso, y que al no existir un ser que represente a satanás o la figura de un enemigo de dios, pues los ateos eramos lo más cercano que puede haber a un "anticristo".

El problema aquí fue que olvidé totalmente a quien le estaba hablando, mi primo es cristiano, y no vi en sus ojos ningún reproche u odio hacía mí, sino una enorme tristeza, obviamente al darme cuenta traté de cambiar de tema pero el siguió callado el resto de la conversación, aunque me parece que se le pasó cuando empezó a ver el capitulo 22 de lost.

La moraleja es: "No hables mal de las bananas cuando estás enfrente de un mono... o de una persona a la que le gustan las bananas"

2 comentarios:

Tod dijo...

Si... me ha pasado en varias ocasiones.... esque es dificil distinguir a un chango entre tanta gente y yo siempre estoy hablando de bananas....

Unknown dijo...

Si, lo peor es cuando los changos te caen bien y pues como que los haces sentir mal...